05-oct-2017
Gobierno
La gran concentración de desechos y materiales plásticos en los sectores costeros han generado un impacto negativo y alarmante sobre la biodiversidad de los ecosistemas marinos. Residuos provenientes en su mayoría de balnearios, zonas industriales, recreativas y de pesca, que al flotar por las corrientes marinas, afectan sin distinción a especies locales y migratorias –peces, mamíferos, reptiles, cetáceos y aves- resultando atrapados por los desechos o muriendo de asfixia por su ingesta.
Este alto grado de vulnerabilidad ha sido ampliamente estudiado por la Universidad Católica del Norte y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) a través del monitoreo de cuatro regiones del país durante el año. Investigación que cuantificó y clasificó la basura arrojada y observada en las costas de Arica y Parinacota, Coquimbo, Valparaíso y Talcahuano, identificando al plástico -en sus distintas versiones- como el principal elemento contaminante de las aguas.
Marcelo García, profesional de la Unidad de Conservación y Biodiversidad de la Subpesca, explicó que en términos de variedad de basura marina, gran parte de esta es arrojada o cae de manera accidental al mar, siendo los plásticos el material de mayor presencia. “Fragmentos duros y blandos erosionados, bolsas, envases, boyas de pesca y cuerdas, que tardan siglos en degradarse; a esto le siguen los papeles (cartón), vidrios (botellas y trozos), además de metales, madera y otros, contabilizando en este estudio un total de 1.285 elementos”.
De allí que la prohibición del uso de bolsas plásticas en zonas costeras del país –agrega- “es un importante paso para proteger la vida marina y la conservación de los ecosistemas que cohabitan, quienes por décadas se han visto afectados por la ingesta de partículas de plástico que confunden con alimento, o por los residuos de bolsas, redes y cuerdas, que al enredarse en sus extremidades, les impiden bucear, volar, significándoles también el sufrimiento y muerte por estrangulación y asfixia”.
“Hemos encontrado nidos de albatros con polluelos muertos por ingesta de plásticos que sus padres les llevan como alimento; petreles con heridas e intestinos obstruidos por fragmentos de plásticos y basura flotante, y en el caso de las tortugas marinas el riesgo de enredos las afecta en un cien por ciento, confundiendo a las bolsas con medusas”.
Desincentivo al uso de bolsas plásticas
Gracias al proyecto impulsado por el Gobierno, serán 102 las comunas costeras del país donde se prohibirá el uso de bolsas plásticas en el comercio. Iniciativa que ayudará efectivamente a la descontaminación de nuestras aguas, disminuyendo a su vez las posibilidades de que peces, aves, mamíferos, reptiles y cetáceos locales y migratorias sufran por los desechos de plásticos.
Código de conducta de la basura para embarcaciones
Desde el 2007, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura cuenta con códigos de conductas para reducir los niveles de captura incidental de aves marinas por embarcaciones pesqueras. Medidas de mitigación, basadas en principios precautorios y de ecosistemas publicados en el Código de una Pesca Responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que ayudan a prevenir la contaminación del mar.
Dentro de las acciones contempladas en este código trabajado por la Subpesca está el manejo de la basura plástica y zunchos plásticos; la recuperación de los anzuelos de plásticos y la eliminación programada de los desechos orgánicos de las faenas, que incrementan las interferencias con mamíferos y principalmente a las aves.
Estas medidas, junto a las acciones del Plan de Acción Nacional para reducir las capturas incidentales de aves en las pesquerías de palangre, han logrado revertir la disminución de algunas colonias de albatros de ceja negra y cabeza gris en los últimos años.