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Introducción a la Acuicultura

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Descripción

La acuicultura, calificada mundialmente como la alternativa más viable para incrementar el suministro de recursos pesqueros que demandará la humanidad para el presente siglo, es uno de los campos en los cuales nuestro país ha dedicado importantes esfuerzos, logrando que esta actividad se convierta en una de las más dinámicas e importantes del sector económico nacional.

Aunque los inicios de esta actividad se remontan hacia fines del siglo XIX, la acuicultura comercial se inició en Chile en la década de los '60, con los cultivos de ostras y mitílidos. En los años 80 comenzó el despegue de la industria salmonera y desde entonces ha sido tal su éxito que en la actualidad Chile es el segundo productor mundial de salmónidos. Paralelamente, la labor de empresas, investigadores y sector público sigue en permanente actividad, lo cual ha permitido explorar e iniciar cultivos en una amplia variedad de otros grupos de especies (Ver Tabla I).

Para dimensionar el avance de este sector, podemos considerar que en 1995 su participación en el valor de las exportaciones fue de 27%, mientras que ya 1999 alcanzó aproximadamente el 50% y a partir del 2000 alcanzó más del 54% correspondiente a cifras superiores a los 1.000 millones de dólares. Cabe destacar que el año 2005 las exportaciones de la acuicultura alcanzaron los 1.888 millones de dólares, siendo esta la mayor cifra alcanzada históricamente por la actividad.

Este desarrollo se ha fundado en diversas ventajas internas como son las condiciones naturales que ofrece el país, costos de producción, entorno macroeconómico global y las acciones de apoyo de tipo sectorial, ya sea público o privado dirigidas a la fase productiva. Aspectos como el reintegro a las exportaciones, control de calidad, valor agregado, empaque, presentación, transporte, almacenamiento y facilidades portuarias, política económica y cambiaria, y promoción de mercados han sido fundamentales en el desarrollo de la fase exportadora. Además, la apertura de las economías mundiales, barreras arancelarias, cambio de hábito alimenticio e ingreso per cápita de los principales mercados consumidores y reconocimiento de la calidad del producto chileno han sido factores externos que han favorecido el crecimiento exportador de la industria.

La tendencia a producir mayor cantidad de productos de valor agregado ha ido en aumento, significando para la industria aminorar la dependencia de productos tradicionales como los congelados y fresco-refrigerados, principalmente en forma entera. Este hecho, se ha convertido en una necesidad estratégica y comercial permitiendo aumentar las ventas y el universo de clientes. La incorporación de valor agregado en las exportaciones chilenas se ha desarrollado tanto en la diversificación de líneas de elaboración no tradicionales como en productos congelados y fresco-refrigerados más específicos dirigidos al consumidor final.

La acuicultura chilena se realiza principalmente en espacios marítimos que son bienes nacionales de uso público, a los cuales se accede a través de la figura de una concesión. Asimismo, se realiza en escalas que van desde la explotación en términos de economía de subsistencia hasta economía de carácter netamente industrial.

Hasta el momento, no existe una diferenciación formal entre la acuicultura de pequeña escala y la industrial, como ocurre en el sector pesquero extractivo. No obstante, en el marco del trabajo realizado al amparo de la Política Nacional de Acuicultura, se está trabajando en un diagnóstico integral del sector de pequeña escala y a partir de ello en una definición y propuesta de medidas concretas para su desarrollo.

Los nuevos proyectos de cultivo están basados en los optimistas resultados obtenidos por los proyectos en desarrollo. Al respecto existe un interés creciente de los distintos agentes productivos, financieros y académicos por llevar a cabo dichas iniciativas, las cuales consideran tanto especies ya cultivadas así como nuevos recursos ya sea autóctonos como introducidos (Ver Tabla II).

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