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Virus ISA

"Tenemos que aprender a convivir con el virus ISA"

El subsecretario de Pesca y Acuicultura valoró el rápido accionar del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Sernapesca. La autoridad pesquera llamó a la calma pues la evaluación que el Gobierno y el sector privado hacen sobre el manejo de esta crisis sanitaria es favorable.

Publicado: 15-abr-2013

Valparaíso.- En relación a los brotes de virus ISA en centros de cultivo de salmonicultura de la Región de Aysén, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Pablo Galilea, llamó a la calma pues la evaluación que el Gobierno y el sector privado hacen sobre el manejo de esta crisis sanitaria es favorable.
Virus ISA

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El subsecretario Galilea indicó que "hay que aprender a convivir con el virus ISA y no generar pánico cada vez que se anuncia una alerta sanitaria en acuicultura. Sería irreal pensar que hemos erradicado a este patógeno de las aguas donde se realiza el cultivo de peces en el sur del país. Incluso Noruega, nuestro principal competidor, tiene anualmente ocho casos de brotes de esta enfermedad".

En Chile, el último confirmado positivo para virus ISA se pesquisó hace 17 meses. "Nuestro rol como Estado es controlar que no vuelva a suceder una crisis profunda como lo ocurrido en 2007 y debemos asegurar que el sistema de monitoreo funcione. Esta semana se ha demostrado que las medidas de bioseguridad implementadas son capaces de pesquisar tempranamente ésta u otras enfermedades", aseguró el representante de Subpesca.

Al respecto, la autoridad pesquera recordó las modificaciones realizadas a la normativa de acuicultura a partir del año 2010, que contempló cambios fundamentales en el modelo productivo para hacerlo sustentable.

Entre otros aspectos modificados destacan:

  • Se ajustaron los indicadores ambientales haciéndolos más exigentes y preventivos de situaciones indeseadas.
  • Se coordinó la operación de agrupaciones de concesiones de acuicultura como una medida sanitaria, de modo que todos los centros de cultivo descansaran al mismo tiempo y así disminuir los riesgos de enfermedades.
  • Se prohibió la nueva siembra de peces o continuar la operación sobre otros cultivos cuando se obtienen informes ambientales negativos acerca de las condiciones del centro. Solo puede volverse a la operación cuando se comprueba que se han recuperado las condiciones de operación.
  • Se estableció una densidad de cultivo (biomasa por m3) para los centros de salmones de modo de prevenir eventos sanitarios indeseados. Actualmente está en la última etapa de tramitación un reglamento que regula la densidad de cultivo que será compartida por todos los centros de cultivo que conforman una misma agrupación, de modo que el mal desempeño ambiental y sanitario en un sector impedirá aumentar la producción a todos los centros que se ubican en él.
  • Se hizo responsable al Estado de la elaboración de los informes de seguimiento de las condiciones ambientales de los centros de cultivo, de modo de asegurar que se contrataran empresas independientes, no vinculadas a la industria, para realizar los muestreos y los informes.
  • Se fortaleció la normativa sobre uso de fármacos y las sanciones por el mal uso.
  • Se fortaleció la normativa sobre seguridad de las estructuras de cultivo para prevenir los escapes y el desprendimiento de las especies en cultivo, cambiando el enfoque de mitigación a uno precautorio. Asimismo, se hicieron más drásticas las sanciones por no adoptar las condiciones de seguridad que propicia el escape o el desprendimiento de especies presumiendo la responsabilidad del acuicultor en tales casos.
  • Se crearon macro zonas como un instrumento de contención de las enfermedades y que implican restricciones de transporte en momentos de brotes de enfermedad.
  • Se limitó a 25 años el tiempo por el cual se otorgan las concesiones de acuicultura, pudiendo renovarse. En caso que la mitad de los informes ambientales del período sean negativos, no podrá renovarse dicha concesión.
  • Se reforzaron los programas de monitoreo de enfermedades y se dictaron los programas de control de ISA, Caligus y SRS, actualmente las principales enfermedades de los salmones.
  • Se fortalecieron las facultades de fiscalización de los centros de cultivo y de los prestadores de servicios cuya actividad incide en el desempeño ambiental y sanitario de la industria.
  • Se modificaron las normativas sobre importación de especies hidrobiológicas incorporando el análisis de riesgo como instrumento esencial de las decisiones, todo de conformidad con las directrices de la OIE.