(COMUNICADO SERNAPESCA).- El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) informa sobre el estado de la contingencia de mortalidad por floraciones algales nocivas (FAN) en la región de Los Lagos y Aysén. Hasta la fecha se ha verificado un número aproximado de 3.949 toneladas de mortalidad en ambas regiones, equivalente al 2,5% del total de la biomasa activa en dichas áreas afectadas.

Al día miércoles 7 de abril, 18 centros de cultivo tienen activos los planes de acción ante mortalidades masivas: seis corresponden a la Región de Los Lagos y 12 se ubican en la Región de Aysén.

La mortalidad en los seis centros de la Región de Los Lagos -ubicados en la agrupación de concesiones de salmónidos (ACS) 17A- se asocia a la microalga H. Akashiwo, mientras que en Aysén -siete centros localizados en las ACS 32, 33 y 28B- la mortalidad se asocia a Leptocylindrus danicus y Leptocylindrus minimus. El resto de los centros activaron sus planes de acción, principalmente por bajas en el contenido de oxígeno disuelto y se ubican en las ACS 28A, 21A, 27 y 23C.

En cuanto a la mortalidad, Sernapesca informa que a la fecha se ha verificado un total aproximado de 3.949 toneladas: 1.916 toneladas corresponden a los centros afectados en la Región de Los Lagos, lo que equivale al 8% de la biomasa activa, y 2.033 toneladas a los centros de la Región de Aysén, lo que corresponde al 1,5% de la biomasa activa en las áreas afectadas. Del total de la mortalidad, al día 6 de abril se han retirado alrededor de 2.608 toneladas (847 toneladas en la Región de Los Lagos y 1.761 en la Región de Aysén), es decir, 66% aproximadamente.

Sernapesca continuará monitoreando las ACS que se han visto afectadas por FAN y bajas de oxígeno en conjunto con las autoridaes sectoriales a través de la Red Sustenta, además de realizar la fiscalización permanente a la ejecución de las actividades comprometidas en los planes de acción por parte de las empresas afectadas, hasta la disposición final de las mortalidades.

La vigilancia se está haciendo en cada uno de los centros, mediante sistemas de monitoreo satelitales, remotos, cruce de información y presencial, manteniendo la alerta a los cambios climáticos que pudieran modificar la condición ambiental actual de las zonas afectadas.