Los albatros y petreles, a través de su ciclo de vida se ven sometido a distintas amenazas causadas principalmente por actividades humanas que repercuten en su sobrevivencia o éxito reproductivo. La captura incidental de aves marinas durante actividades pesqueras de palangre o arrastre es considerada unas de las amenazas más significativas para sus poblaciones. Dada la alta migración que realizan estas aves, tempranamente se identificó que las acciones individuales de las naciones no eran suficientes para preservar estas especies, requiriéndose acciones conjuntas.
El Acuerdo para la Conservación de Albatros y Petreles, también conocido por sus siglas ACAP, es un acuerdo multilateral vinculante que busca conservar las poblaciones de albatros y petreles a través de acciones coordinadas en sus Partes tendientes a mitigar las amenazas hacia estas poblaciones. El mismo entró en vigencia en febrero de 2004, cuenta actualmente con 13 Estados Parte y cubre 29 especies de albatros y petreles.
Chile es un país a través del cual distintas aves marinas migran en búsqueda de alimento, principalmente asociado a la corriente de Humboldt. Los estudios indican que en el caso de las especies de albatros protegidas por el Acuerdo, once visitan habitualmente nuestra jurisdicción durante sus migraciones, mientas que dos tienen colonias establecidas en islas australes. Por otro lado, son cinco las especies de petreles que migran hacia nuestras aguas, también en busca de alimento. Todas estas especies se encuentran en desfavorable estado de conservación y cuando se encuentran en nuestro país, su principal amenaza es la captura incidental en operaciones pesqueras, principalmente de palangre, al morir ahogados cuando se enganchan a los anzuelos, aunque se estima que las operaciones de arrastre también conllevan a mortalidad de estas aves, al chocar con los cables de cala.
Ligado con este tema, Chile cuenta con un Plan de Acción Nacional para reducir las capturas incidentales de aves en las pesquerías de palangre