Pesca industrial se considera a la actividad extractiva realizada por embarcaciones de una eslora superior a los 18 metros, con sistemas de pesca tecnologizados, tales como los de arrastre, palangre y de cerco, que permiten la captura masiva de una amplia variedad de recursos pesqueros. Esta actividad se realiza en aguas jurisdiccionales por fuera del área de reserva exclusiva para la pesca artesanal (correspondiente a las primeras 5 millas marítimas medidas desde la línea de costa o de las aguas interiores del territorio marítimo nacional).
El Registro Pesquero Industrial (RPI), a cargo de Sernapesca, mantiene un catastro de los armadores que participan en los procesos extractivos de la pesca industrial desde 1997, participando personas naturales y personas jurídicas (éstas últimas se dividen en sociedades anónimas y sociedades limitadas).
Hasta 2012, la pesca industrial era regulada por el artículo 2° de la Ley N° 19.713 de Límites Máximos de Captura por Armador (LMCA) y sus modificaciones, mecanismo de asignación que distribuía la cuota global anual de captura establecida para el sector industrial en cada unidad de pesquería sometida a ese sistema de administración, entre los armadores inscritos en la pesquería respectiva. La modificación a la LGPA N°20.657 sustituyó el LMCA, permitiéndoles a los armadores optar por cambiar sus autorizaciones de pesca por Licencias Transables de Pesca (LTP) clase A, siendo estas equivalentes a la sumatoria de los coeficientes de participación relativo de cada una de sus embarcaciones autorizadas en el sistema anterior.
La actual legislación de pesca y acuicultura establece licitaciones para la pesca industrial con un plazo de 20 años, las que son renovables con causales de caducidad, divisibles, transferibles y susceptibles de todo negocio jurídico. Además, pone atención a infracciones como el descarte, no informar capturas, ingreso al área de las cinco millas exclusivas, e incumplimiento en temas laborales y de sustentabilidad.
Los principales recursos pelágicos extraídos por este sector en nuestro país son la anchoveta, sardina común y jurel, los que en su mayoría son procesados para la producción de harina de pescado. Asimismo, son objeto de actividad pesquera industrial recursos demersales como la merluza común, la merluza del sur y la de tres aletas; recursos de aguas profundas, como el bacalao y la merluza de cola; y crustáceos, como los langostinos amarillo y colorado, entre los principales.
El sector industrial extractivo, representado por el personal que opera en las naves de las distintas flotas pesqueras, genera alrededor de 3.500 puestos de trabajo. La actividad industrial comprende también las plantas de elaboración y proceso, que emplean como materia prima los recursos extraídos por las distintas flotas pesqueras, las que representan una importante fuente de empleo que es significativo en la economías de algunas regiones, generando 26.502 puestos de trabajo, a nivel nacional .
Las principales asociaciones pesqueras industriales son: la Asociación de Industriales Pesqueros del Norte (ASIPNOR), la Agrupación de Industrias Pesqueras del Sur Austral (FIPES), la Asociación de Industriales Pesqueros A.G. (ASIPES) y la Sociedad Nacional de Pesca (SONAPESCA).