Por instrucción del Intendente de la Región de Los Lagos, Nofal Abud Maeztu, y con el propósito de establecer las coordinaciones sectoriales necesarias que amerita la emergencia, se constituyó el pasado 24 de abril el Comité de Emergencia Acuícola y Pesquero, instancia que está integrada por los Seremis de  Economía, Salud, Medio Ambiente, Energía, y las máximas autoridades regionales de Corfo, Sernapesca, y Subpesca.

La instancia tiene como objetivo levantar información sectorial asociada a la actividad acuícola y pesquera que se encuentra siendo afectada, directa o indirectamente, producto de la erupción volcánica, para proponer y gestionar medidas de mitigación y adecuación normativa necesarias para ir en apoyo del sector acuícola y pesquero de la zona.

Una de las primeras decisiones que adoptó el comité, que encabeza el Director Zonal de Pesca y Acuicultura, Juan Gutiérrez, fue establecer que la emergencia se abordará productiva y económicamente desde tres grandes frentes: acuicultura industrial y de pequeña escala, pesca artesanal y pesca recreativa; todas actividades normadas y reguladas por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.

De acuerdo a lo informado por el Director Zonal de Pesca y Acuicultura, Juan Gutiérrez, "en el área de exclusión se encuentran 11 pisciculturas, de las cuales cinco tienen daño mayor o total. Se ha logrado sacar de la zona afectada cerca de 11 millones de peces y se están coordinando alternativas de centros para la reubicación segura de los peces".

Agregó que en materia de mitilicultura, "el proceso productivo en riesgo corresponde a la producción de semillas que están en colectores instalados en la zona del estuario de Reloncaví, principalmente en los sectores más cercanos al volcán y a las desembocaduras de esteros y ríos como el Petrohué, siendo los sectores a priorizar el Rollizo, El Bosque y Cochamó".

El comité concordó que la emergencia debe concentrarse en cosechar y trasladar los colectores que se encuentran en tamaño cercano al óptimo, para así no arriesgar un escenario más complicado que el actual, producto de un aumento de la actividad volcánica o de los efectos de relave de las laderas producto de lluvias que deterioren la calidad del agua, afectando la sobrevivencia de la semilla y las consecuentes pérdidas económicas para los productores, principalmente sindicatos de pescadores y pequeños acuicultores. Asimismo, para determinar los efectos químicos y físicos sobre el estuario y que impactarán a la producción de cultivos en general, se acordó realizar monitoreos de calidad de agua.

Cabe destacar que durante el fin de semana, por coordinaciones realizadas desde el comité, se logró conseguir apoyo de las empresas del sector salmonicultor que se tradujo en que tres camiones y una embarcación retiraron cerca de 6.000 colectores del sector Cochamó y Rollizo.